LICORICE PIZZA, UNA PELÍCULA DE AMOR JUVENIL.

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Licorice Pizza.

Por Paul Thomas Anderson.

Gary Valentine (Cooper Hoffman) otrora estrella infantil vive del dinero que ha ganado explotando su ´vena artística´, sus éxitos del pasado, pero aún estudia y tiene una oficina de Relaciones Publicas junto a su mamá. Alana (Alana Haim) es un espíritu libre, franca y directa en sus comentarios y respuestas; obvio su edad se lo permite. Ambos se encuentran en la escuela justo para las fotos del anuario y a partir de ahí Gary decreta que ella será la mujer con la que se case.


Trata sobre una típica historia romántica con los muchos clichés; para nada, el camino que les traza el director a su protagonistas se siente tan real, humano y alejado de cualquier artificio  que la palabra convencional no tiene cabida alguna aquí.


Y para ello se vale del uso de travellings, primeros planos, planos medios en los que Gary y Alana tratan de estar juntos y a la vez no pueden. Al Inicio, P. T. A. muestra a los chicos en dos aspectos opuestos, hombres en el baño gastándose bromas pero al llegar al pasillo y aparecer Alana, Copper se emociona (atención con lo que sucede en el plano cuando ella camina con el espejo en la mano). Se prende de ella y no la suelta. La Cámara a espaldas de ella en la primera ocasión y en el reencuentro. Incertidumbre y una tonalidad oscura se cierne en la primera cita, Gary feliz pero Alana no, es menor que ella, no sabe cómo actuar. Pronto, ella fungirá como una figura (simbólica) paterna y vendrá el primer golpe emocional (de 4) para el adolescente. La Suerte cae de lado de Gary nuevamente y ahora junto a Alana crean una empresa de ventas de camas de agua. El director usa la referencia a portones/portales por los que ambos atraviesan para poder estar juntos, llámese el que atraviesan al llegar al auditorio escolar, la salida de la oficina del concejal, la entrada al negocio de las camas, etc. Sus Respectivos hermanos figuran como lazos de unión.

Pareciera pues que el destino los une y a la vez no, Alana responde lo mismo cuando le preguntan si tiene novio y ella dice que no y sí; probablemente porque no se da cuenta que está viviendo la vida a la par de Gary, le ayuda a él a dejar atrás la niñez y el a ella a tratar de ser más madura (la lectura del periódico por ejemplo) Conforme el negocio crece así también la tensión entre ambos, hay intención de sexo, pero la timidez se impone. Los personajes viven en paralelo, sus acciones decretan intenciones y emociones.

La Puesta en escena en apariencia sencilla esta rica en simbolismos, repito, nada de convencionalismos aquí, el director hace de esta relación un cumulo de sorpresas llenas de verdad, encanto y mucho corazón. Se asoma la “Once Upon a Time in Hollywood” (2019) por aquello de la añoranza a una época y tiempo perdidos y también “As Good as it Gets” (1997) como la pareja protagónica en constante conflicto, en ires y venires.

Revelaciones actorales de Alana Haim, su personaje es complejo en lo emocional, directo en lo sentimental. Cooper Hoffman se inicia en la actuación y con un protagónico en constante evolución. Es imposible no quedar prendado de ambos y por supuesto pensar en el brillante futuro que les espera. Cooper, caray; preserva el legado de quien fuese y seguirá 

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Foto por filmffinity.com


Reseña elaborada por Cassandra Avalos.